Balgrad, invierno de 1238 a.C.,
Querida señora transilvana,
Permítame presentarme como es debido: Soy Adevarul
Inturenic, Príncipe de Balgrad, y las vicisitudes de estos tiempos no me han
permitido visitar su ciudad y poder conocerla en persona. Estaría encantado, si
usted lo quisiera, de visitar su ciudad y hacer una presentación un poco más
formal, en persona.
Imagino que no es ajena a la marea oscura que se acerca
desde el norte, y aún sabiendo que no es fácil que dos vástagos se lleguen a
entender, creo que ahora más que nunca, los transilvanos debemos protegernos de
la devastación que se avecina.
Pero tal vez me adelante mucho a los acontecimientos, tal
vez ningún mongol pise nuestras tierras, tal vez sus antorchas no quemen
nuestras casas... Pero como seres del mundo de tinieblas, sabemos que la
realidad siempre es más horrenda que los cuentos que se narran a los mortales.
Pero todo esto es papel, y las personas se conocen cuando
hablan cara a cara, así que no pretendo que crea las letras que escribo, sino
las palabras que digo, con lo que le pido que podamos reunirnos y hablar...
Me gustaría asimismo que pudieran asistir mi compañero, Anfilipos,
el Príncipe Gangrel de Schaasburg y nuestras respectivas comitivas.
Adevarul, Príncipe Lasombra de Balgrad
Carta sin respuesta
de Marusca
Marusca, Princesa de Hermanstadt |