Kronstadt, verano del año 1230 d.C.
Querido colega gran Príncipe de una de las ciudades de
los Siete Dominios:
En estos tiempos para fortalecer el poder de un Príncipe
en cualquier ciudad, es muy útil, por no decir necesario tener una capilla Tremere
que pueda ayudar siempre al Príncipe que dio el honor de instaurarse en su
ciudad.
Sabemos ser leales y agradecidos como nadie y ya le digo
que muy útiles ante problemas internos o incluso de control. Si no quieren que
los Tremere anden sueltos por su ciudad, lo mejor es que vayan a una capilla
que les informe de que hacen.
Sé que el clan no tiene demasiada buena fama pero piénselo
dos veces y será capaz de ver las ventajas que le digo. Por otro lado dicen que
es bueno tener a los enemigos cerca ¿no?, En fin que además puede que más
adelante no pueda elegir el Señor Tremere que se instaura en sus dominios y a mí
ya me conoce.
Espero su respuesta y que le guste mi humilde
regalo.
Zaius, Príncipe de Kronstadt
y Señor Tremere
PD: Con la carta le envío un anillo de oro y rubí con el símbolo
Tremere en un escudo con el de su ciudad. Si lo desea puede alimentarse con este
artefacto mágico, posee un trago de sangre
humana, sólo podrá utilizarlo una sola vez.
Bistritz, primavera de 1230
Zaius, Príncipe
de Kronstadt:
He leído
vuestra carta con atención y tras mucho meditar he de
responderle en confianza:
Ya tengo bastantes problemas con mi clan por tener el trato
de igual a igual que tengo con vosotros como para ahora abrir una capilla
Tremere en la ciudad. No te ofendas Príncipe Zaius pero no es posible.
En cuanto a
nuestra alianza, creo que es un buen momento para reforzarla. El Ejército
Mongol se acerca como una plaga y tengo noticias de que parte de él vendrá por mis tierras, Tihuta está en grave peligro y ya
estoy afianzando las protecciones de mi ciudad Bistritz. Si llega el
momento y entran por el paso de Tihuta, me gustaría teneros en Bistritz y combatir
juntos esta situación.
Conde Radu, Príncipe de Bistritz
PD: Le devuelvo su anillo
Mediasch, invierno de 1230,
Zaius, Príncipe
de Kronstadt:
Es curioso que
solo reciba noticias de vos cuando queréis “venderme” una capilla para mi
ciudad. También es curioso que tu tono sea amigable cuando has estado dando
cobijo a uno de mis mayores enemigos en tu ciudad, Lord Jurgen, chiquillo de Hardestadt.
Pero te concedo
el beneficio de la duda ya que Jurgen ya no está en Kronstadt,
así que si me demostráis que sois de fiar y que vuestras intenciones son puras
os atenderé y a lo mejor tenéis un hueco en mi ciudad para una de vuestras
capillas.
Eso sí, estoy cansada de palabras, quiero actos que demuestren lo
que pido.
¿Puede que alguien quiera expandir su poder? Solo espero que
no sea una táctica Tremere para expandir sus feudos.
Me trae sin
cuidado la fama que tenga tu clan, he aprendido que los clanes no son nada, lo son los vástagos. Vos haríais bien a aprenderlo también y dejar de jugar al
ajedrez moviendo torres.
Nova Arpad, Princesa
Ventrue de Mediasch, por derecho
propio
PD: Le devuelvo su
anillo, gracias por el detalle