Kronstadt, primavera del año 1230,
Amigo y compañero...
Soy consciente de la
gran obra realizada mientras hemos tenido de invitados en nuestra ciudad a los
queridos hermanos Ventrue y sus amigos Teutones. La ciudad ha sobrevivido en
muy buenas condiciones dadas las circunstancias y tiene que volver a crecer
ahora con más fuerza si cabe.
Soy también
consciente de que siempre has querido estar cerca de los humanos, hecho que
siempre he valorado. Sabes que en nuestra ciudad se va organizar de forma que
el poder descanse en distintas personas separadas por sectores.
Creo que tu papel hasta ahora ha estado un poco al margen del
resto y me parece injusto.
Te necesito ahora que
los Ventrue no están. Supongo que habrás aprendido algo de ellos, si algo
bueno tienen, es la organización.
Creo que el poder vampírico
debe ir a la par del poder humano. Hasta ahora no tenemos ninguna
influencia en los humanos de nuestra región, y no me refiero solo a Kronstadt,
sino a todas las ciudades que sabes que controlamos. Para eso te
necesito a ti, no para contralarlos, si no para protegerlos de guerras,
muertes, hambres y enfermedades, y para todo ello hace falta un líder, una
casta, una familia que el pueblo quiera y siga sin dudar sabiendo que ellos decidirán
lo mejor para todos. Por eso te elegido a ti para esta tarea, creo que es la
mejor forma de defender a los humanos, de ellos mismos sobretodo y también
de otros vampiros.
Me gustaría
que buscases alguna familia que pudiera reclamar esta región como propia, quizás
empezando por nuestra ciudad, y gracias a nuestro apoyo podría ir creciendo,
ganando sus rivalidades con otros nobles y siendo protegidos por ti. Te estoy
ofreciendo la posibilidad de crear un legado mayor y más duradero
que crear a un vástago. Esa familia perdurará siempre gracias a ti. Ella
puede ser tu obra en una no vida en la que todos deseamos encontrar un hueco
donde poder dejar nuestra huella. Mi tarea ya la conoces, y no lo olvides
nunca porque es la de tu sire también.....DEFENDER TRANSILVANIA, y no solo de ejércitos
extranjeros sino de la pérdida de su identidad, de su magia y sobre todo de sus
gentes.
Espero tus ideas y
tus emociones. Si no te apetece o tienes tus propios planes te agradecería que
me los expusieras, ya que me preocupo de todos los vástagos de mi ciudad por
igual y del hijo de mi padre, cuando aún era humano, me preocupo más en
especial.
Que dios duerma
con tus sueños.
Zaius, Príncipe Tremere de Kronstadt
Kronstadt, verano del año 1230 de la era de Nuestro Señor
Jesucristo:
Mi Príncipe:
Sé que he estado al margen de la política de la ciudad
desde mi creación y así me gustaría seguir si no le importa a vuestra merced.
Siempre he sido un hermano al servicio del clero y a pesar de mi nueva
condición, debo aferrarme a mi humanidad, si no perderé lo poco que me queda.
Agradezco sus noticias sobre los cambios de poder
efectuados y declino amablemente su oferta de entrar activamente en la
política, no es lo mío, debe entenderlo, soy un hombre de Dios y a su causa me
debo. No soy digno de la labor que me encomienda, mi Señor, ya que no soy un
líder, ni me siento capaz de encontrar ni manipular a ningún mortal para que
efectúe su visión, de veras lo siento Señor. En cuanto a la mera idea de crear
un vástago, con los tiempos que corren, no se me pasa aun por la cabeza, aun
debo madurar yo, si me lo permitís Señor.
Sobre los Teutones, como bien sabéis fueron expulsados
por el Rey de Hungría y ya no se encuentran en la ciudad, su labor en la
fortificación de la ciudad y de la construcción del Castillo de Brand han sido
de gran valor, espero que nos sirvan para resguardarnos si la horda Mongola
llega a estas tierras.
Mis planes son sencillos señor, continuar mi existencia
ayudando a los humanos en labores mundanas, no tengo mayor propósito que seguir
haciéndolo.
Y sobre mi padre, espero que no se entere por mí, Señor,
no sé cómo escribirle esto pero creo que ha muerto. Siento mi brusquedad Señor,
pero son las noticias que corren desde hace años, creía que estaba al tanto,
algún vástago lo mató por lo que era, eso es lo que he oído. Siempre he tenido
Fe en que estas noticias no fueran ciertas, nunca he tenido la oportunidad de
agradecerle la inmortalidad a mi Sire y me gustaría hacerlo a pesar de que
nunca me he atrevido, pero creo que ya es demasiado tarde.
No le robo más tiempo, mi Señor, estoy a su servicio, mi
Príncipe
Pio, Toreador
Respuesta de Zaius
Kronstadt, otoño del año 1230,
Amigo Pio,
Aunque los rumores de nuestro padre me han llegado a mí también,
no he tenido constancia de que eso fuera así. Si bien es cierto que desde hace algún
tiempo tengo una sensación de vacío en mi interior que me hace pensar que esta
vez los peores designios se han confirmado...
Como debemos seguir adelante me preocupa vuestra
situación de apatía. Quiero que seáis felices y que lleguéis a comprender la
bestia que todos llevamos.
¿Has pensado hacer un viaje?, nada te obliga a estar en
mi ciudad si no quieres. Los tiempos para los vampiros son difíciles, pero quizás
puedas encontrar respuestas en el lejano oriente. He oído hablar de una familia
de comerciantes a los que quizás pudieras acompañar de alguna manera. En
cualquier caso lamentaría tu marcha, pero creo que es necesario encontrar el
camino adecuado para cada uno, porque si no, no podremos disfrutar. Yo tengo
claro el mío, defender Transilvania y a sus gentes y creo que hasta ahora lo he
hecho así.
No soy un Tzimisce y mira cómo viven los humanos con
ellos cerca... así que tendrás que luchar por lo que crees. Igual que El Ángel
Samael lucho contra su hermano gemelo defendiendo lo que creía, tú debes hacer
lo mismo. Encuentra tu causa y ¡¡¡lucha por ella!!!
Zaius, Príncipe Tremere de Kronstadt
Respuesta de Pío
Kronstadt,
invierno del año 1230 de la era de Nuestro Señor Jesucristo:
Mi Príncipe:
No siento pena por la desaparición de mi creador, pero no
malinterprete mis palabras, como hablamos, únicamente es porque no fue un
padre para mi, ni siquiera me creó y solo lo he visto una vez en la coronación
de la Duquesa de Tihuta.
Aun así espero que el vacío que tiene en su interior no
sea por la muerte de su Padre Abraxas, no le deseo mal a nadie y menos a vos o
a sus amistades.
Como le dije no estoy en situación de apatía, estoy en
paz con Dios y conmigo mismo solo tengo que encontrar mi camino. Recuerde Señor
que no solo se construye el mundo con personalidades y grandes actos. En
ocasiones los que hacemos cosas terrenales tenemos también nuestra importancia
en el mundo y en nuestro lugar, sin nosotros no podría haber nada.
La Reina de un hormiguero moriría sin sus obreras.
Agradezco vuestra preocupación y creo que comprendo a la bestia que tengo en mi
interior, si no vos lo sabrías antes que nadie. Como le dije no me gusta viajar
y lo único que conozco es Kronstadt, creo que así será hasta que muera.
Le invito a que se preocupe por cosas más importantes que
yo. No le causaré ningún problema en su ciudad si es lo que quiere y haré
alguna tarea si así le soy más útil, solo dígame cual.
Vuestro humilde súbdito.
Pio, Toreador