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| Myca Vykos, Tzimisce monje Obertus de Constantinopla |
Schaasburg, 1214 d.C.
Estimado Myca,
Te escribo en circunstancias tristes, muy tristes. Eres
alguien con recursos y puede que ya haya llegado a tus oídos, aun así te lo
cuento. Hace unos meses, mi compañero, amigo y aliado Adevarul decidió
presentarse al Voivoda local para así asegurar su posición. No entrare en
detalles, pero por una estupidez mía, en verdad que lo fue, acabe vinculado de
sangre al Voivoda y casi muerto.
Sé que eres un maestro de la magia y muchas otras
disciplinas esotéricas, en mi desesperación te invito a mi ciudad para que
hablemos sobre la posibilidad de algún medio para levantar o paliar este
horrible control que es el vínculo de sangre. Esta "magia" está
ejerciendo sobre mi persona una influencia nefasta y maligna, ahora comprendo
el horror que supone la mera existencia de este poder y creo que es mi deber
ayudar a la estirpe a librarse de este control... No creo que nuestros Sires
nos den la inmortalidad para convertirnos en marionetas sin voluntad de otro
ser, yo por mi parte no pienso utilizar este poder nunca y a despecho de puedan
pensar otros vástagos creo que esta misión es de las más nobles.
De momento solo quiero que hablemos de posibilidades, se
que de existir un medio, llegar a él será increíblemente largo y difícil, pero
si de algo disponemos es de tiempo.
Un saludo, tu amigo:
Anfilipos, Príncipe
de Schaasburg
Respuesta de Myca
Vykos
Buenas Noches
joven Anfilipos:
En verdad has
caído en una red que solo usan los más viejos para mantener el control, algo
terrible debiste hacerle por que por norma general solo vinculan a sus
chiquillos.
Hasta hace poco
no había forma alguna de acabar con el juramento de sangre, pero ha llegado a
mis oídos que algunos de estos chiquillos Tzimisce, descontentos por el control
desmedido de sus Sires se están revelando ante ellos luchando incluso contra
Voivodas en manadas de guerra. Dicen que estos descastados han descubierto la
forma de romper el Juramento de Sangre a sus Antiguos. Es difícil de demostrar
pero viendo sus actos, los cuales te aseguro que son reales, es más que lógico
pensar que lo han conseguido, o al menos paliar sus efectos, acto hasta ahora
imposible de hacer. Si esto es cierto, los antiguos ya no están tan seguros en
sus tronos, ya que las correas que ataban a sus chiquillos se habrían roto.
Creo que la
única forma de romper tu juramento de sangre seria unirte a estos rebeldes, no
creo que den su secreto a cualquiera que lo necesite, es su única y más
poderosa arma. Con lo cual tu gozo en un pozo, olvídate de romper el Vinculo de
Sangre, todo acercamiento a estos descastados sería peligroso no solo para tu
persona, como Príncipe, para tu ciudad, sus habitantes y tus aliados
vampíricos, recuerda que sois antiguos con posición, por lo tanto el enemigo a
abatir.
Guarda con celo
esta información que te he dado y úsala solo con tus aliados, no queremos que
se extienda el pánico y la paranoia entre los antiguos del mundo.
A tu servicio:
Myca Vykos, Obertus de Constantinopla
Respuesta de Anfilipos
Schaasburg diciembre de 1214
Estimado Myca,
Son tantas veces ya las
que nos has ayudado con tu sabiduría y tus actos que te considero amigo y
hermano, si alguna vez necesitas ayuda házmelo saber, no importa cuántas veces
la necesites, creo que contigo lo de andar contando los favores ya no es
necesario, no quiero ayudarte por que te la debo, si no porque deseo ayudarte.
Gracias por tu
orientación, si de cualquier manera consigo encontrar una cura a esta
monstruosidad, te la haré llegar, tienes mi palabra, no quiero que gente como
nosotros se convierta en esclavos de nadie. Acepto mis responsabilidades como
líder, pero me niego a creer que el liderar a otros consista en hacerles mis
esclavos sin mente, eso es una afrenta para la vida que nos ha dado la madre.
Nada más, recuerda que si
necesitas cualquier cosa en cualquier momento, házmelo saber, te cuento entre
los míos junto a mis otras dos prioridades que son defender a la gente y
tierra de transilvana y mi lealtad hasta la muerte con mis compañeros.
Un saludo de tu amigo:
Anfilipos, Príncipe de Schaasburg