Adevarul, Píncipe Lasombra de Balgrad |
Balgrad, año 1216,
Querido Principie de
Buda y Pest,
Quiero expresarle mi satisfacción
por haber recibido tan rauda su carta de respuesta. Me congratula decirle que
estaremos encantados de mantener una relación comercial con la capital.
Espero que con los años
y los actos de Balgrad, pueda usted ver que lo que sucedió en sus día con
Dominico fue realmente un malentendido y un engaño por parte del Brujah. No
deje que los actos que nos convirtieron en marionetas por unas noches, rompan
la relación que tan buenos frutos estaba dando. Con ello, sólo conseguiría que
la obra de Dominico fuera un éxito. Conoce usted bien a mi clan, y sabe que los
de mi estirpe no somos afines a que nadie nos menosprecie.
Espero entienda mis
sentimientos en estos momentos.
Sin otro particular,
reciba todo mi respeto.
Adevarul,
Príncipe Lasombra de Balgrad
Buda-pest,
año 1216,
Odiado
Príncipe de Balgrad:
No
sé de qué estás hablando estúpido chiquillo, si esto es una estratagema para
recuperar tu estatus te equivocas por completo, no solo no olvido si no que
jamás estaré dispuesto a aceptar que tengamos una relación comercial, nuestros
lazos están rotos por completo y no sé de donde sacáis esas ideas de
acercamiento de comercio, jamás se me ha pasado por la mente tal barbaridad.
Lo
sucedido con Dominico no fue un malentendido y lo sabéis, fue una traición a
los valores más básicos del entendimiento humano, os di mi mano para subir al
lugar donde estáis ahora y me lo pagasteis engañándome para buscar unas
reliquias de destrucción con las que solo puede desearse el mal a nuestros
antiguos señores, y peor aun robasteis a un aliado en Constantinopla y
dejasteis mi nombre por el suelo en dicha ciudad, aunque ya no importe
demasiado. Si fuisteis tan estúpidos para ser engañados por Dominico, si es que
eso es cierto, no merecéis lo que tenéis. Nuestra relación en efecto estaba
dando buenos frutos pero vosotros cogisteis esos frutos los pisasteis, os
orinasteis en sus restos y luego los disteis de comer a los cerdos, los
transformasteis en MIERDA. Debéis saber que la única razón por la que no os
maté a todos aquella noche fue porque erais chiquillos de vampiros respetados
que un día fueron mis aliados.
No
conozco bien vuestro clan, ni vos mismo lo conocéis, embustero, y jamás querré
entender ni una pizca de sus sentimientos hasta que me deis las cenizas de
Dominico y os arrodilléis pidiéndome clemencia ante mí, el verdadero Príncipe
de Hungría, Vencel Rikard, del sagrado clan Ventrue.
Escupo en su respeto y
espero que ardas en el averno para toda la eternidad por hacerme perder este
tiempo tan preciado dictando a un esclavo cuando podría estar ocupando mi
tiempo en algo más fructífero, como mirar a las musarañas.
VENCEL RIKARD, PRINCIPE DE BUDA-PEST
PD: Jamás os dignéis a
tener nada que ver conmigo