1229 d. C. - Correspondencia entre Zaius y sus chiquillos


Kronstadt, verano de 1229

Querido Carlos Pensaba que llevabais ya años buscando alguien apropiado para que vayáis creando vuestra descendencia, y me gustaría que tuviera el DON. Pero temo que no entendisteis la segunda parte de mi misiva donde os animaba a crear una escuela, o un refugio más bien de magos populares (quizás brujas). Yo lo veo como dos asuntos separados, por un lado nuestra descendencia y vuestros ghouls, que pueden ser con el tiempo mas, y por otro lado la labor de protección de ese conocimiento que como sabéis está desapareciendo.

Entiendo vuestra preocupación por la división del poder, pero recordad que no estamos solos, ante cualquier problema en nuestra ciudad tendríamos el apoyo de todos los Tremeres, de mis compañeros, de nuestros Sires y de otros aliados. La ciudad es sin duda TREMERE.

Sigo con mis estudios sobre el aumento de poder vampírico, estad seguros que os mantendré completamente informado.

Nos veremos pronto.


Zaius, Príncipe Tremere de Kronstadt


Carlos, Regente de la Capilla de Kronstadt 
Respuesta de Carlos

Kronstadt, verano de 1229

Perdone Padre pero estoy confundido ¿una escuela? ¿un refugio más bien de magos populares? ¿Supongo que habéis pensado lo peligroso que sería eso no? Y más con el auge de la iglesia Católica, no creo que debamos arriesgarnos tanto.

Creo en mi humilde opinión que la manera de dar cobijo a aquellos con el Don debe ser la establecida por la casa Tremere, el sistema de capilla con aprendices y entre ellos elegidos con el don que se encarguen de todo durante el día y estudien durante la noche, nuestra descendencia y protección están aseguradas y guardaremos este conocimiento tras los muros de nuestras Capillas, como lo hemos estado haciendo Padre.

Si a lo que os referís es a cuidar y buscar a gentes con el Don, lo hacemos constantemente, pero cada vez es más difícil Padre.

Carlos, Regente de la Capilla de Kronstadt


Zaius, Príncipe Tremere de Kronstadt

Kronstadt, verano de 1229,

Querido Lúis, regente de la Capilla Tremere de la noble villa de Schaasburg

Me alegra que vayáis encontrando vuestro sitio en la no vida que tenemos que vivir. Quizás porque seamos jóvenes nos preocupamos de problemas que a los más antiguos  no consiguen interesar. Quiero decir que somos ambiciosos y queremos hacer cosas. Por eso debo alabar vuestra iniciativa en el estudio y en la cercanía al clan.

Es cierto que debemos permanecer unidos y estoy concentrando mis fuerzas en ampliar mas territorios para tener más capillas, pero no debéis olvidar que cuando nacemos tenemos una madre y un padre. Los Tremere, el clan, son sin duda nuestro padre. Quiere lo mejor de nosotros, quiere que no suframos, y quiere que estemos preparados para defendernos si hace falta. Para ello nos exige, nos exprime y nos castiga cuando hacemos algo mal o peor aún, si le desobedecemos....En fin, que también tenemos una madre, nuestra tierra. No podemos olvidar de donde somos y aunque nuestros amigos hayan muerto, no lo han hecho sus hijos, y los hijos de sus hijos están aun por nacer.

Cuando camines por las calles de Kronstadt reconocerás miradas, gestos  andares, en jóvenes que son de alguna manera los mismos que conociste en sus días. Por todos ellos tenemos que velar y preocuparnos, tenemos que defender estar tierra Lúis, tenemos que querer a nuestra madre porque si no perderíamos parte de nuestra identidad.

En fin, que creo que es necesario salvar lo que quede de mágico en esta tierra, y para ello debemos crear un refugio seguro para los practicantes de magia. Si no están organizados habrá que ayudarles a hacerlo y si lo están hay que lograr un pacto con ellos. Tenemos que ser francos con ellos y compartir ese conocimiento.

Por otro lado, después de seguir tus indicaciones sobre la estructura Tremere, creo que tienes razón, debo proclamarme Señor Tremere lo antes posible. Para ello necesitaré la ayuda de mi mentor y sobre todo el apoyo de dos regentes de Capilla Tremere.

Nos veremos pronto.

Zaius, Regente de Kronstadt y futuro Señor Tremere de las Siebenburgen



Lúis, Regente de la Capilla de Schaasburg
Respuesta de Lúis

Schaasburg, Otoño de 1229:

Conmovedoras palabras Sire, por un momento he recordado mi vida como humano y mis valores ya olvidados. Gracias por sus consejos Sire, los tendré muy en cuenta.

Ayudaré sin duda a salvar lo mágico que quede en esta baldía tierra, mi Capilla esta a vuestra disposición y comenzaré raudo a buscar acólitos con el Don, mi Capilla será el refugio más seguro.

Celebro vuestra decisión y me enorgullezco de que en parte su decisión sea por mis palabras. No tenéis que pedir mi apoyo Sire, mi sangre es vuestra y mi Capilla también.


Lúis, Regente de la Capilla de Schaasburg
  


Carta de Zaius a sus chiquillos

Kronstadt, invierno de 1229

Después de las últimas comunicaciones, creo que ha quedado claro el especial interés que debemos tener en buscar y conservar gente con el DON, de forma paralela a los que elegimos para instruirlos como Tremeres.

Desde luego elegiremos de entre ellos a los que consideremos oportunos, pero como no podemos hacerles a todos vástagos, hay que apoyarles y tenerles presentes.
 
Nos veremos pronto.



Zaius, Príncipe Tremere de Kronstadt