Schaasburg, año 1213:
Estimado Krivê:
Llevo mucho tiempo buscando el momento de
escribiros esta misiva y por fin he podido. Quede enormemente agradado con la
visita a vuestras tierras lituanas y desde entonces llevo pensado en
replicarlo, a una escala mucho menor claro está, en mi querida Transilvania.
Años después de nuestra visita, me proclame Príncipe de Schaasburg, una agradable villa-ciudad, llena de humanos
respetuosos de la Madre y amantes de las tradiciones milenarias. He pensado en
invitaros a venir, a vos o a algún representante vuestro (comprendo que vuestra
presencia puede resultar imposible por motivos de gobierno), a visitar este
asentamiento y debatir la posible instauración de un templo a la Madre que
blinde ahora y en ocasiones futuras las honras y honores que han de ser
ofrecidos a la Creadora de Todo.
Por desgracia a diferencia de Lituania, los
templos no cristianos, no están bien vistos y habría que llevar a cabo de este
emplazamiento de manera muy bien encubierta y permitiendo a la gente que acepte
la "oficialidad" de la iglesia cristiana... asunto difícil sin duda,
pero necesario por otra parte y creo que ya lo he retrasado demasiado.
Espero noticias, un saludo:
Anfilipos, Príncipe Gangrel de Schaasburg
Estimado Anfilipos:
Creo que esta carta no iba dirigida a mí, ¿o
sí?, no soy el Gran Krivê que conociste, aquel murió hace unos años en las
guerras contra los Teutones, la iglesia ha invadido casi todas nuestras tierras
y solo quedan unos pocos refugios seguros guardados por la Madre Sagrada.
No hay nada que podamos hacer, lo llaman
progreso y su puño de hierro esta aplastandonos a marchas forzadas, todas las
noches lloro recordando tiempos pasados, pero hay que alzarse y permanecer en
pie todo el tiempo que podamos.
Tu actitud ante la religión del Cristo
Crucificado es la más inteligente hermano Anfilipos, no debes tomar las armas
ante ellos, la violencia solo engendra violencia.
Voy a contarte la historia de un Sumo
Sacerdote, que vivía plácidamente en la Sacrae Villae de Kretuva: A pesar de su
apariencia física de dieciseis años se ganó la inmortalidad de manos del Gran Krivê
que conociste hace más o menos un siglo, su nombre es Adrojai, no gobernaba
mediante la fuerza, la sabiduría era su punta de lanza, cuando eso fallaba un
gentil uso de sus Disciplinas inclinaba la balanza a su favor. Era muy
respetado ante la Corte Feérica, pero esa parte de su historia quedó atrás. Su
destino es mucho más trágico al enfrentarse a un problema de difícil solución.
Los Caballeros teutónicos empezaron a
construir una fortaleza en su dominio y su resolución era demasiado fuerte para
que unos simples trucos bastasen para disuadirles. El rencor de Adrojai aumento
con los abusos sufridos por los mortales del lugar. La ira le ha hecho quedar
poseído por la locura, y ahora tiene una guerra brutal y violenta contra los
cristianos.
El debía haber sido el Gran Krivê en mi
lugar, los sumos sacerdotes debatieron sobre ello y si hubiera sido tan
inteligente como creía ser podía haber aprovechado la oportunidad, pero su
habitual falta de cautela hizo que las consecuencias fueran muy graves.
Esta historia es solo para que recapacites
dos cosas, una no abandones tu hogar, ellos te necesitan y la segunda es: la
madre ansía sangre pero no quiere la guerra.
Olvida tus lazos con Lituania Anfilipos, lo
que conociste ha muerto, quedan pequeñas islas de poder que rezo para que
prevalezcan ocultas a los ojos mortales por los milenios.
No puedes crear una pequeña Lituania en
Transilvania, mira el destino que ha sufrido la grande.
Que la Madre guíe tus pasos.
Gran Krivê de Lituania, Malkavian